Y esto fue así porque la estación que me brindó el espacio fue Radio Volks. Con quienes aún tengo una estrecha y buena relación de amistad y colaboración (Besitos, Jirou). Se trataba de un asunto experimental para mí. Importante, pero experimental. Decidí que fuera sobre metal porque nadie en la estación estaba haciendo algo así y también porque se trata de un tema con el que estoy cómodo y, modestia aparte, me considero conocedor. Elegí el nombre de MetalVolks porque sabía que tenía que hacerle la pelota, como dicen los argentinos, a los dueños de la estación, que se persinaban con quienes se pasaban los programas tratando de distinguir entre el sonido de un motor de vocho y uno de combi; y, pensé, si la cosa salía mal, sería un nombre y un concepto que no me dolería desechar. Lo que sí es un hecho es, y por favor, perdónenme por esto: Los volkswagen me valen madres.
Si mal no recuerdo, esto fue a mediados de allá por el año 2012.
Lo cierto es que sí le cogí algo de cariño a los vochos, quizás algún día me haga de uno nomás por el puro gusto de tener un vocho bonito. Sin clavazones.
Además, estoy agradecido de que la aventura me haya llevado a contar con buenos amigos el día de hoy, mi Buen Beto y mi Jirou.
Metal Volks, trascendió para mí y hoy es más que un experimento. Entre las cosas que en estos tiempos he decidio rescatar de mí para mí es mi gusto y mi pasión por el METAL.
Cómo hay cosas sencillas que significan tanto. Hace unas semanas vi un meme de esos en los que se ve "como mi mamá piensa que se ve un metalero, cómo mis vecinos piensan que es un metalero, cómo los de la generación de muñequitas que hay en la actualidad piensan que es un metalero y cómo es realmente un metalero" y resulta que el verdadero metalero es un tipo entre cuarentón o cincuentón con apariencia de oficinista ñoño. Lo cierto es que tiene razón. Conozco metaleros de pura cepa que, verdad buena, no lo parecen. Lo importante es la esencia, no las apariencias (Atercipelados dixit). Sin embargo, te comparto que yo estoy tratando de regresar a algo que era muy mío, como algo tan sencillo como andar siempre de negro. ¿en qué puto momento me volví tan Godínez?
Mis alumnos eran inclementes. Tuve alumnos de prepa que me decían "el profe metalero", eso me gustaba. Pero tuve otros cabrones, de licenciatura, que decían que me parecía al vendedor de comics de Los Simpson. Pagué alguna de las que debía de cuando yo era estudiante y le ponía apodos a los profes. Mis amigos del barrio, con quienes viví mi infancia y ya en la adolescencia y primeras aventuras de jóvenes decían que yo escuchaba "música de cholos", y ese era el Camacho, quien por cierto fue quien puso en mis manos mi primera cerveza (también recuerdo el viaje de regreso de Tapalpa escuchando a Los Cadetes de Linares, cosa que aprecio mucho). Ellos son agropecuarios, pues.
Empecé con Metallica, fácil, si quieres. Pero recuerdo el momento exacto en el que los vi en una transmisión de una premiación y pensé "qué cojonudo". Y allí comencé a explorar, a descubrir a Pantera, a Megadeth, a Anthrax, a Motörhead, a Van Halen y cuando comencé a rascar la historia encontré a Thin Lizzy, a Led Zeppelin, a Deep Purple y a los meros padres fundadores: Black Sabbath (décadas después disfruto el que mi hijo Alex sea fan del género).
Pero mi amor por la radio me llevó a conocer El Despeñadero y a los amigos Toño Muñoz (qepd) y Poncho Martínez, y con ellos conocí el Metal Extremo. Tuve el gusto, muchos años después, de compartir micrófonos en su programa cuando fui invitado a promover Elvis es un buen tipo y compartir unos tequilas con ellos.
¿Qué es eso? El Metal Extremo es un subgénero del metal caracterizado por su intensidad sonora, técnica agresiva y temáticas líricas oscuras o transgresoras. Incluye estilos como el death metal, black metal, grindcore, doom metal, pagan, viking, folk metal y mil y un etcéteras (jejejeje me acordé del diagrama de flujo para entender los géneros del metal). Aquí es donde hay uso de voces guturales, riffs de guitarra rápidos o densos, baterías con mucho pedal y una atmósfera intensa o visceral. ¡Trépenle!
Lo que sí es un hecho es que el concepto Volks ya no me enrola para el proyecto, es por eso que decidí rebautizarlo como METALVOX, fonéticamente parecido y con buen significado: Voz de metal. Aquí estaré escribiendo sobre ello.
Hablaré mucho aquí sobre metal extremo, y ya habrá tiempo y espacio para ello.
Hoy hablaré brevemente sobre Johan Hegg y lo que, personalmente significa para mí en esta etapa.
Johan Hegg es un conocido músico sueco, reconocido principalmente por ser el vocalista de la banda de death metal melódico (tema que debo explorar con ustedes ¿qué es el death metal melódico y por qué es tan chingón?) Amon Amarth, que significa "Monte del Destino" en sindarin (una de las lenguas élficas de la Tierra Media creada por J.R.R. Tolkien. Otro tema que me apasiona, la literatura). Sus canciones tratan de los sucesos durante la época vikinga en Europa y Escandinavia, además de relatar las creencias de la mitología nórdica. No soy vikingo, ni siquiera europeo. Mexicano a mucha honra, pero me gusta este tema. Johan Hegg es clave en mantener esta temática, ya que es un apasionado de la cultura vikinga. Su álbum más conocido es probablemente Twilight of the Thunder God (2008), que incluye temazos como "Twilight of the Thunder God" y "Guardians of Asgaard."
Johan nació en abril de 1973, básicamente tiene mi edad, en Estocolmo, Suecia. Es conocido por su poderosa voz gutural y su carismática presencia en el escenario. Es un vikingo. Con su 1.85 y barba larga, ha cultivado intencionalmente el estilo para alinearse con la temática de la banda. Sin embargo, esto no solo se limita a la música, Hegg ha participado en documentales y proyectos relacionados con la cultura nórdica. Incluso ha incursionado en el cine, interpretando a un vikingo en la película Northmen: A Viking Saga (2014). También es conocido por ser accesible y humilde, a pesar de la fama mundial de Amon Amarth. Hegg es un defensor del medio ambiente y ha hablado en entrevistas sobre temas de sostenibilidad.
Otra cosa que personalmente me enrola mucho es el amor de este tipo por el yoga. Yo me aficioné al yoga durante la pandemia y hoy quiero llevar más allá esto en mí hasta convertirlo en un hábito y una disciplina personal. Además, me parece muy curioso y chingón el que algo extremo como el death metal compagine con algo que trae tanta paz como el yoga.
Johan Hegg ha mencionado en entrevistas que practica yoga como parte de su rutina personal. Esto suele ser sorprendente, considerando su imagen de "vikingo" y su rol en una banda de death metal, el yoga es una práctica que encaja bien con su estilo de vida por varias razones. Como el bienestar físico. Como cantante, Hegg debe cuidar su cuerpo, especialmente su capacidad pulmonar y su postura. El yoga puede ayudarlo a mantener la flexibilidad y evitar tensiones musculares derivadas de las giras intensas y las largas sesiones de grabación. También el Control de la respiración, que no es tan sencillo como pudiera pensarse, y hoy mismo lo puedo decir. La práctica del yoga incluye técnicas de respiración que pueden ser beneficiosas para un vocalista que utiliza guturales, ya que estas técnicas mejoran el control y la resistencia respiratoria. Además, la Gestión del estrés. Las giras, grabaciones y el ritmo de vida de un músico, dicen, son agotadores. Hegg ha señalado que el yoga le ayuda a relajarse, concentrarse y mantener la calma en medio de las demandas de su carrera. Lo cual, me puede ayudar a mí (y a ti) también.
Al margen de si Hegg sigue una práctica espiritual vinculada al yoga, su enfoque parece ser principalmente práctico y relacionado con el bienestar físico y mental. Lo cual es también la manera en que lo veo yo, como una visión equilibrada de la vida, donde se combinan actividades que benefician tanto al cuerpo como a la mente.
No sé, en verdad, si volveré a hacer radio metalera. Es muy probable que sí. Estaré procurando el ambiente nuevamente. Lo que sí es un hecho es que hoy por hoy, mi plan es vivir con las botas puestas.
(Guadalajara, 1973), es Licenciado en Informática Administrativa, especializado en Sistemas de Salud y en Administración. Ha sido profesor universitario de literatura, informática y matemáticas para el Instituto de Computación y Métodos, la Universidad Univer, el Colegio de Bachilleres del Estado de Jalisco y la Universidad de Guadalajara. También consultor y ejecutor de proyectos informáticos para el Gobierno del Estado de Jalisco en la Dirección de Estadística y Sistemas de Información y el Departamento de Desarrollo de Control Escolar de la Secretaría de Educación Jalisco y para el Instituto Jalisciense del Adulto Mayor, así como también la iniciativa privada. Actualmente dirige CGS Control y Gestión de Sistemas, empresa de consultores de informática.
Ha sido director editorial y reportero deportivo de la revista de lucha libre DSD la Tercera. También fue coeditor y columnista de la revista digital Pensando en Espiral de Monterrey, N.L. Escritor de novela negra, es autor de los libros Elvis es un buen tipo y Nina cerró los ojos. Fue colaborador para el Proyecto Independiente Rock a Través del Reloj en periódico El Occidental, Canal 58 y Radiovolks. Produjo en Radiovolks el Programa de heavy metal Metalvolks, y actualmente produce y conduce el programa bohemio Noches de Arrabal y el programa deportivo La Patada en los Ovoides, ambos para Music in Loud Frequency en donde produce, entre otras cosas, la barra en español La Culebra y Mondo Bizarro.
srdosis@gmail.com